miércoles, 18 de marzo de 2015

Mike Oldfield (Crises) - (Foreign affair) - (Moonlight shadow) - 1983

Origen: Reading (UK).
Periodo: 1967 - hoy.

Tomado por muchos como un genio, debo decir que no a esa moción. Así de claro. Sí, este artista es un ejemplo de actitud y de empeño por conseguir su sueño, sueño que consiguió, a mi parecer, mucho más allá de lo meritorio. Para hablar de genio en ese época mentaríamos a Jean Michel Jarre, no a Mike Oldfield.

Bueno, Mike Oldfield suena bien, suena bien su nombre e incluso suena bien su música por momentos, sólo por momentos. Pero no perdamos el norte. 
Según como yo lo veo, después del pertinente análisis de su completa discografía, sus ideas instrumentales se componen de melodías demasiado simples y repetitivas. Y este es el problema.
Tubular Bells no es nada del otro mundo, por muy laureado que fuera. Hay algo ahí, sí, es indudable, pero no lo suficiente para elevar a este artista a  los podios en los que ha estado.

Sin embargo, hubo un momento en que Oldfield supo engrasar un disco no instrumental, un disco para el que encontró un acierto de cantante (Maggie Reilly) y supo hacer una música entendible y saneada de tics.
De hecho, creo que el experimento (pues dentro de la produccíón tan intimista de Mike Oldfield "Crises" fue un experimento) "hacia lo comercial" funcionó a las mil maravillas. Ahí tenemos, el éxito de "Moonlight Shadow" (el tema más conocido de este autor). Pero "Crises" quedó como un alarde de buen hacer de principio a fin, como una isla solitaria de la que hay que dejar constancia. Incluso su portada es diferente y muy sugestiva. Atención al tema homónimo, que ocupaba en tiempos toda la cara A en vinilo, composición larga y llena de giros sorprendentes, probablemente lo mejor de Oldfield.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

pues para mi tubular bells es un discazo,desde el concepto, hasta q toco el todos los instrumentos,pasando x la fusion con melodias celtas........

Julio J. Parra Poza dijo...

Sé la historia, sé que le costó años sacar a la luz esta su primera obra. Con más razón aún para haber dado un salto de contenido. En su forma el disco es un 10 pero en su fondo la música es demasiado simplona y repetitiva, por muchos instrumentos que toque. Pero lo peor es que ha seguido haciendo lo mismo disco tras disco.

Anónimo dijo...

Mi opinión tal vez no valga un duro pero es ésta. Cualquiera de sus discos es un rollo en lo tocante a composición, un trabajo digno como instrumentista y un hito en lo tocante a la mezcla en estudio. Me chafan los cortos arpegios que usa una y otra vez para separar dos melodías contrastadas porque no quiere o no sabe hacer una simple modulación. Abusa del corta y pega como herramienta para componer. Cualquier estudiante de tercero o cuarto de guitarra toca "Lágrima" de Tárrega así que nunca he entendido el sentido de incrustarla en uno de sus discos. Coincido en lo de admirar su tesón.

Anónimo dijo...

Entiendo bien que haya gente "poco musical" a la que le gusten los sonidos de los teclados tocados con dos dedos de los artistas "minimalistas" o "ambient". El producto final puede ser resultón y funcionar muy bien en cortas ráfagas de las bandas sonoras pero la verdadera genialidad va más allá de eso. El verdadero trabajo de estos artistas no está tanto en su pasable competencia en tanto que instrumentistas o compositores sino en el esmero con el que moldean el efecto final en el estudio. Es sólo una opinión.

Julio J. Parra Poza dijo...

Anónimo, de acuerdo completamente con tus apreciaciones. No es sólo una opinión, es la realidad.